La cantante Madonna deslumbró al aparecer en un increíble escenario montado frente a la playa de Copacabana, en Brasil, frente a más de 1.5 millones de espectadores que enloquecieron con la presencia de la intérprete durante el concierto gratuito que ofreció.
Con un repertorio que incluyó algunos de los más grandes éxitos de su extensa carrera como “Like A Virgin”, “Hung Up” y “Nothing Really Matters”, la “reina del pop” realizó un espectacular show que incluyó la presencia de decenas de bailarines e invitados especiales.
En el marco del cierre de su gira ‘The Celebration Tour’, que comenzó en octubre del año pasado en Londres y recorrió el Reino Unido, España, Francia, Alemania, Estados Unidos y México, la intérprete llegó a la ciudad carioca días atrás para prepararse para lo que sería “el show más grande de su carrera”.
Finalmente, en un escenario a dos metros y medio de altura, con una superficie total de 800 metros cuadrados y con 18 torres de sonido repartidas a lo largo de la playa para garantizar la calidad del audio en toda la zona, la rubia salió al escenario a las 22.30, con casi 50 minutos de retraso, y deleitó a sus admiradores con momentos de puro baile al ritmo de sus más grandes hits y otras situaciones más emotivas, como cuando rindió un homenaje a las víctimas de VIH cantando “Live To Tell”.
Más tarde llegó el momento de los invitados especiales: Anitta y Pabllo Vittar, dos reconocidos artistas brasileños. Con la cantante y bailarina realizaron una competencia de baile durante el tema “Vogue” y con la popular drag queen bailó “Music” con músicos de samba y la bandera de Brasil como protagonista en el escenario, siendo los momentos en que el público que copó la emblemática playa carioca entró en verdadero estado de entrega total.
A lo largo del show, Madonna, de 65 años, cambió varias veces de vestimenta y optó por usar los excéntricos trajes que la caracterizan. Todo esto frente a la locura de sus fans, quienes habían esperado durante más de 12 horas para garantizarse el lugar más próximo cercano al escenario.
Las autoridades de la ciudad aseguraron que se esperaba una asistencia de alrededor de 1.5 millones de espectadores, similar a la que finalmente ocurrió. Para este show, el gobierno de la comuna de Río de Janeiro y los sponsors invirtieron aproximadamente $60 millones de reales (unos $11 millones de dólares), esperando que los niveles de ingreso de dinero por el turismo en la ciudad fueran cinco veces mayores, es decir, de $57 millones de dólares.
La presencia de Madonna en Brasil generó que la capacidad hotelera terminara alcanzando casi el 98% de ocupación en Copacabana, los alquileres temporarios estaban completos y el Aeropuerto Internacional de Río anunció la implementación de 170 vuelos adicionales de más de 20 destinos durante esta semana. Además, el sitio web oficial de Madonna anunció que el espectáculo era el “más grande en sus cuatro décadas de carrera”.