Estados Unidos pidió este martes al régimen de Kim Jong-un que “cese cualquier acción” que pueda aumentar las tensiones en la península coreana, luego de que la dictadura comunista destruyera tramos de carreteras y vías férreas que conectan con Corea del Sur.
“Estamos siguiendo de cerca la situación en estrecha coordinación con nuestros aliados en Corea del Sur”, afirmó Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, en una rueda de prensa.
“Alentamos a Corea del Norte a volver al diálogo y la diplomacia”, agregó.
El gobierno de Japón también expresó su preocupación ante una posible escalada en la región.
“Es fundamental que estas actividades no provoquen una escalada”, advirtió el subsecretario del gabinete, Kazuhiko Aoki, en Tokio.
Las explosiones realizadas por el régimen de Pyongyang forman parte de una serie de provocaciones que, según el ejército surcoreano, buscan el cierre definitivo de la frontera entre ambos países. En respuesta a esta medida, Seúl llevó a cabo “operaciones de tiros de respuesta” cerca de la línea divisoria.
La dictadura norcoreana ha declarado al Sur como su “principal enemigo” y ha prometido bloquear de forma permanente la frontera que divide la península. En los últimos meses, Pyongyang ha colocado minas y barreras antitanque, además de enviar globos con basura al territorio surcoreano.
Por su parte, Seúl reanudó maniobras militares con fuego real y retransmisiones de propaganda por altavoces, una práctica que llevaba seis años sin realizarse.
El lunes, Kim Jong-un celebró una reunión de seguridad en la que denunció la supuesta incursión de drones surcoreanos en su territorio, calificándola como una “grave provocación” y una “violación de la soberanía” norcoreana. Sin embargo, el gobierno surcoreano rechazó estas acusaciones. Al término de la reunión, Kim ordenó diseñar un plan de “acción militar inmediata” en represalia contra el Sur, según informó la prensa estatal de Corea del Norte.
Desde hace varios años, Corea del Norte ha intensificado sus pruebas de misiles balísticos, justificándolas como advertencias contra las actividades militares de Corea del Sur y Estados Unidos en la región. A pesar de que la guerra de Corea terminó en 1953 con un armisticio, ambas naciones permanecen técnicamente en guerra al no haberse firmado un tratado de paz.
Colaboración militar entre Pyongyang y Moscú
La participación de Corea del Norte en la guerra en Ucrania ha incrementado las tensiones globales. Según la inteligencia ucraniana, Rusia planea integrar a 3.000 soldados norcoreanos en la Brigada Aerotransportada Buriatia, que opera en la región de Kursk, cerca de la frontera con Ucrania. Esta colaboración responde al alto número de bajas que sufre el ejército ruso en su ofensiva contra Kiev.
El presidente ucraniano Volodimir Zelensky denunció esta cooperación y afirmó que Corea del Norte ya ha enviado misiles a Rusia, los cuales han sido utilizados en ataques contra su país.
“Rusia pretende involucrar realmente a Corea del Norte en su esfuerzo de guerra”, advirtió Zelensky, quien instó a sus aliados a responder con contundencia.