Por Génesis García
En el allanamiento realizado por el Ministerio Público denominado Flor de Loto, rescataron al menos 45 víctimas en la que se encuentran (43 colombinas y dos venezolanas) quienes eran explotadas sexualmente mientras permanecían cautivas en varios apartamentos ubicados en los residenciales Molina VI y Tecasa Dorado II, V y VI, de Los Rieles de Gurabo, de la ciudad de Santiago.
Según el Ministerio Publico la liberación de estas víctimas es el resultado de una investigación que durante varios meses requirió de un exhaustivo seguimiento y vigilancia, entre otras labores de inteligencia, para conocer desde su seno cómo operaba la red criminal que, a sabiendas de la vulnerabilidad y necesidad económica de las víctimas, las sometían a extenuantes jornadas laborales sexuales y forzosas, privándolas de su dignidad y violentando sus derechos humanos.
Junior David Matos Monegro y Estarly Almanzar fueron arrestados y señalados por las autoridades como cabecillas de esta red, en la que se dedicaban a traer mujeres, (victimas) desde Colombia con gastos migratorios y vivienda cubiertos para crearles ataduras y someterlas a sus condiciones las cuales eran ejercer labores sexuales para saldar la deuda.
Tras ejecutar 15 allanamientos, la Fiscalía de Santiago y la Procuraduría Especializada Contra el Tráfico Ilícito de Migrantes y la Trata de Personas, con el apoyo de la Policía Nacional, constataron que los hombres, arrestados durante la operación, tenían bajo su control los documentos de identidad de algunas de estas víctimas y, además, tenían control del pago que hacían sus clientes, con quienes ellos coordinaban el catálogo de servicios sexuales y los precios a pagar a través de la plataforma de mensajería de WhatsApp.